El dolor lleva a la depresión. Tengo unos intensos dolores
de menstruación, pero también en el alma, a veces maldigo que me entere de
cosas, las pueda entender con mayor complejidad que los demás…. Indudablemente me
duelen, las sufro aunque no me estén pasando a mí, por qué tengo que sufrir las
injusticias del mundo que no me atañen… encuentro en el llanto mi última
salida. Como dijo Alejandra P. yo no soy de éste mundo, y justo lo que hago es
encontrar a personas que tampoco son de este mundo, para no sentirme tan sola.
A veces he querido ser normal, comportarme como la mayoría, pero me siento con
mucho más disgusto y entonces vuelvo a ser yo.
Me fumo un cigarro, como si en cada sorbo estuviera
consumiendo un pedazo de mi vida. A veces me quiero extinguir como uno de esos.
Hoy no tengo ganas de salir, de platicar, de ver rostros conocidos, quiero ser
más invisible que nunca, no quisiera importarle a nadie, sólo a aquél que me da
amor, para que me abrace todo el tiempo, no palabras, sólo abrazarme hasta que
me duerma. No quiero pensar, no quiero escuchar música que no sea otra más que
la de Jhon Frusianti.
He despertado apenas y ya quiero volver a dormir
profundamente hasta que sea un día feliz. Me han matado cuando me han intentado
cortar las alas una y otra vez. Por ahora, sólo quiero que el dolor de mi
menstruación pase, lo demás lo puedo sobrellevar, pero mientras sienta este intenso
dolor en mi vientre, la vida no será gris, sino negra.
Se me acabó el primer cigarrillo, vuelvo a prender otro,
porque uno no me alcanzó…
No hay comentarios:
Publicar un comentario