miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ser feminista

Me asumo como feminista -aunque en realidad lo digo pocas veces- y la mayoría de ellas  en complicidad con alguna otra feminista. No decirlo abiertamente me ha ahorrado muchos conflictos ante una sociedad conservadamente inepta  para tales aseveraciones, pero nunca para esconder mi ideología feminista, pues aprecio mucho más la ideología en prácticas, valores y formas de actuar y decidir en la vida cotidiana (desde mi cuerpo hasta realidades que no llegan a tocarme directamente) que un rollo que sólo pinte en lo discursivo.

Nunca doy explicaciones de por qué hago esto o lo otro (además de que a la gente no le debe interesar) hay cosas que sólo se escriben en el blog. Me dejé crecer los bellos de las axilias, ¿más feminista que antes? puede ser, pero no por el hecho de portar los bellos en mis axilas, sino por el proceso mismo que derivó en un nivel más de conciencia feminista. Al pasar los días y ver mis axilas adornarse con bellos cada vez más largos  y gruesos, al principio me causaba una sensación de estar sucia, y sentir la necesidad de quitármelos para sentirme nuevamente aliviada. No me daban ganas de mostrarlos, de ponerme blusas que permitieran asomarse los feos pelos ¿qué pensaría la gente? y cada que podía me veía al espejo para observarlos,... luego pensé si debía seguir haciéndolo o abandonar definitivamente la idea de ir en contra de los parámetros de belleza impuestos en la sociedad.

Sin pensar tanto en el asunto, un día le presenté al mundo mis bellos con una blusa escotada. Se sintió emocionante ver las reacciones, nadie me ha dicho nada, pero capté enseguida las miradas dirigidas a mis axilas. Simplemente es interesante romper con los esquemas de la gente y conmigo misma. Es un proceso interesante y liberador ¿alguna vez has sentido esa sensación de liberación?

La verdad  para describir al feminismo aplicado a la vida cotidiana hay una infinidad de ejemplos, que no todas las feministas tienen que compartir, es decir, yo puedo volver a rasurarme las axilas, pero eso no me hace menos feminista que una que sí lo hace, al igual que alguna chica que no se puede decir que en automático sea feminista.

Si hay alguna ideología con la cual me sienta muy identificada sin duda sería esta. ¿Por qué? Me agrada mucho el anarquismo  van muy ligados, sin embargo el simple hecho de que haya nacido con una vagina y en una familia convencional, la  cual yo resumiría en dos palabras: católica y de clase media, me ha establecido una estructura  mental patriarcal que con el feminismo la voy transformando a cada minuto, eso implica para mí una revolución inmediata y complicada en mi vida y en la vida de los que me rodean.

¡Ah! Y para quienes vengan con el argumento de que abogan más por una igualdad de género y no por sólo uno de manera hay un rechazo al feminismo, mi comentario va en el sentido de que, yo también estoy a favor de la igualdad de género y eso no es una contradicción, pues para lograr una igualdad primero hay que hacer visibles las diferencias y en lo que no estamos caminando parejo para posteriormente igualar las situaciones.

Un abrazo a quien me haya leído.

jueves, 1 de noviembre de 2012

No te olvides de mi.


Cuándo me tomes disfruta cada centímetro de mi piel, y toma lo que más te guste, quédate un rato ahí, pero no te olvides de todo mi ser.

No te olvides de mis ojos, ámalos, aunque sea en ese instante.
No te olvides de mi boca, dale de beber y acaríciala con tus labios. Muérdemela.
No te olvides de mis oídos, que no dejan de escuchar... y dime que no te olvidas de mi...
No  te olvides de mi abdomen,  donde se siento todos los nervios cuando te veo. Bésalo.
No te olvides de mis manos que buscan tu cara, y tómalas, como cuando recorríamos el mundo juntos.
No te olvides de mi espalda, que se siente cansada de los problemas que me da tu ausencia. Sóbala.

No te olvides de mí: que quiero estar contigo.