No te olvides de mis ojos, ámalos, aunque sea en ese instante.
No te olvides de mi boca, dale de beber y acaríciala con tus labios. Muérdemela.
No te olvides de mis oídos, que no dejan de escuchar... y dime que no te olvidas de mi...
No te olvides de mi abdomen, donde se siento todos los nervios cuando te veo. Bésalo.
No te olvides de mis manos que buscan tu cara, y tómalas, como cuando recorríamos el mundo juntos.
No te olvides de mi espalda, que se siente cansada de los problemas que me da tu ausencia. Sóbala.
No te olvides de mí: que quiero estar contigo.